Ayer la mona Simona,
con un lazo de cretona,
salió la mar de compuesta,
vestida para ir de fiesta.
Con una moña en la cola
emprendió el camino sola;
iba con pasito lento
a asistir a un casamiento.
Y vio a la cebra Juliana
trotando por la sabana.
“¿Dónde vas, mona Simona,
tan arreglada y tan mona?”
“Voy a las bodas de Lino
que vive en el quinto pino.
¿Crees que voy bien vestida
a fiesta tan distinguida?”...